El hombre (…) que se ha recostado para descansar, el hombre tumbado, se ha desarmado. (…) El hombre muerto, que nunca se vuelve a levantar, impresiona enormemente.
-Elias Canetti, Poder y supervivencia-
El 30 de junio de 2004, la compañía estadounidense Microsoft patentó la energía humana bajo la nomenclatura US Patent 6, 754,472. La patente protege un método y aparato para transmitir energía y datos usando el cuerpo humano como medio conductor. La fuerza y los impulsos generados por el cuerpo humano podrían, así, ser usados para crear un teclado virtual sobre un parche de piel. Según la patente, la intención es reducir la redundancia de dispositivos en aquellas personas que porten diversos aparatos, como por ejemplo un teléfono, unos cascos, un sin manos y un reloj de pulsera.
En Patent Human Energy Verdonck nos presenta a una mujer que se tumba cual faquir sobre una cama de largas barras de hierro. El contacto entre el cuerpo y la punta de las barras permite que todas las señales procedentes del cuerpo (ruidos, temperatura…) se transmitan y se conviertan en impulsos que los espectadores pueden percibir con sus sentidos. Al igual que el faquir, la intérprete consigue mantener esta postura a través de una meditación profunda. La meditación le permite trascender, cruzar la frontera entre el estado de conciencia y el de inconsciencia, el activo y el pasivo. La meditación también implica una rendición que nos permite usar, para la transformación, la energía que normalmente se gasta en la lucha contra la esquizofrenia propiamente dicha.