El punto de arranque sobre el que se desarrolla este espectáculo es la desintegración. En el espectáculo se trabaja con las ruinas de algo que en su momento fue construido. Rozando la esencia de lo que está o se está desmoronado, quedándose con los materiales más primitivos y abstractos en los que el cuerpo aparece como una danza desmembrada, destruida, sin lógica. Un lugar de desgaste y de violenta fragilidad. El tiempo no parece tener importancia en acciones atraídas fuertemente por el vacío.

Dibujos, vestidos y juguetes es un espectáculo de paisajes, de violencia y de tiempos sostenidos que se enmarca dentro de un terreno interdisciplinar, en el que intervienen elementos de la danza, el teatro, el performance y la videocreación. Al igual que en nuestras anteriores obras, nos interesa desarrollar propuestas que dialoguen con la mirada, permitiendo espacios de intercambio y de intuición, imágenes que convergen en paisajes y evocan sensaciones, signos y presentimientos en la memoria del espectador, suscitándole una lectura personal de la obra.

En los trabajos de Lengua Blanca la dramaturgia se entiende desde el ritmo y el impulso que mueve los espectáculos. El movimiento y el texto se trabajan como una forma de potenciar la individualidad expresiva de cada intérprete. Se da espacio a un estar en escena inmediato que permita encontrarse con el espectador de un modo más privado buscando generar una propuesta que establezca un diálogo entre el pensamiento y la acción. El uso de audiovisuales dentro de sus espectáculos es una constante, se manifiesta en una forma de narración paralela al movimiento escénico, mostrando acciones y paisajes que concentran su expresividad a través del lenguaje audiovisual.